Si ha notado que su piel está inusualmente amarilla y está experimentando mucha fatiga últimamente, es posible que tenga una enfermedad hepática. Desafortunadamente, existen varios tipos diferentes de enfermedad hepática que tienen diferentes regímenes de tratamiento, como hacer cambios en el estilo de vida, tomar medicamentos y someterse a una cirugía. Afortunadamente, una vez que le hayan diagnosticado una forma particular de enfermedad hepática, su médico normalmente podrá determinar qué vía de tratamiento es mejor para su situación.
Pasos
Método 1 de 3: Detectar los síntomas de la enfermedad hepática
Paso 1. Esté atento a la decoloración amarilla de la piel y los ojos
Este tipo de decoloración amarilla, conocida como ictericia, es uno de los síntomas más reveladores de la enfermedad hepática. La ictericia es un síntoma de hepatitis alcohólica, hepatitis viral y cirrosis.
- La ictericia ocurre como resultado de un exceso del pigmento bilirrubina en el cuerpo. Aunque esto suele ser un signo de enfermedad hepática, la ictericia también puede ser causada por la obstrucción del conducto biliar o por la degradación excesiva de los glóbulos rojos.
- Si su ictericia comienza a aparecer en el transcurso de unos días o una semana, esta es una mayor indicación de que probablemente sea causada por hepatitis.
Paso 2. Preste atención a los momentos en los que experimente fatiga y debilidad
Todos los tipos de enfermedad hepática incluyen fatiga general y falta de fuerza como parte de sus síntomas. La fatiga puede ser constante o intermitente, así que esté atento a cualquier momento en que se sienta cansado sin motivo.
Es posible que se sienta agotado y sin energía, así como débil si tiene una enfermedad hepática
Paso 3. Observe si experimenta pérdida de apetito
La hepatitis alcohólica, la hepatitis viral y la cirrosis causan disminución del apetito entre las personas que padecen estas enfermedades. Este es uno de los primeros signos de enfermedad hepática y también puede aparecer como una sensación de saciedad después de comer una comida pequeña.
La pérdida de apetito es más fácil de detectar cuando va acompañada de una pérdida de peso inesperada (como resultado de comer menos)
Paso 4. Tome nota de las náuseas y los vómitos que experimente
Las náuseas son otro síntoma temprano de hepatitis alcohólica, hepatitis viral y cirrosis. Tenga en cuenta que las náuseas también son un síntoma común de una variedad de otras enfermedades, por lo que este síntoma por sí solo no indica necesariamente que tenga una enfermedad hepática. Consulte a un médico si tiene náuseas y vómitos persistentes que no desaparecen.
Si tiene cirrosis avanzada, también puede notar rastros de sangre en su vómito
Paso 5. Esté atento a dolor e hinchazón en el abdomen
Casi todas las enfermedades del hígado incluyen hinchazón abdominal dolorosa alrededor del área del hígado. Esta área está ubicada justo debajo de la caja torácica en el lado derecho de su cuerpo. Si siente hinchazón y sensibilidad en esta parte de su cuerpo, consulte a un médico para confirmar si algo anda mal con su hígado.
También puede sentir dificultad para respirar como resultado de la hinchazón del hígado. Si este es el caso, busque atención médica lo antes posible
Paso 6. Tenga cuidado con los dolores y molestias en las articulaciones
La hemocromatosis y la hepatitis B suelen estar marcadas por dolor articular. Si bien la hepatitis B puede ocurrir en cualquier momento, la hemocromatosis es una enfermedad hereditaria y generalmente ocurre en la mediana edad.
La diabetes, la pérdida del deseo sexual y la impotencia también son síntomas de la hemocromatosis, aunque tienden a aparecer en casos más avanzados
Paso 7. Esté atento a la hinchazón y la retención de líquidos en sus pies
Este fenómeno, conocido como edema, es un síntoma común de cirrosis avanzada y generalmente indica daño hepático severo. Además de la hinchazón en los pies, piernas y tobillos, los pacientes también pueden experimentar retención de líquidos en el abdomen, conocida como ascitis.
Paso 8. Consulte a un médico para obtener un diagnóstico oficial si experimenta estos síntomas
Muchos de estos síntomas, como fatiga y náuseas, pueden ser indicativos de una amplia variedad de enfermedades además de la enfermedad hepática. Por lo tanto, es muy importante que consulte a un médico que pueda confirmar si tiene o no una enfermedad hepática antes de comenzar a preocuparse por cómo tratarla.
Al mismo tiempo, si sus síntomas son causados por algo diferente a una enfermedad hepática, también deberá tomar medidas para tratar este otro problema
Método 2 de 3: hacer cambios en el estilo de vida
Paso 1. Beba menos alcohol o deje de beber por completo
Beber alcohol, especialmente en exceso, daña e inflama el hígado, por lo que dejar el alcohol es el mejor método de tratamiento en el hogar para prevenir o revertir la enfermedad hepática. Si bien algunas formas de enfermedad hepática pueden requerir que se abstenga de consumir alcohol solo temporalmente, si padece hepatitis alcohólica, dejar el alcohol por el resto de su vida es la única forma de revertir el daño hepático y evitar que su afección empeore.
Si tiene una dependencia del alcohol, puede ser peligroso que deje de beber de repente por completo. Hable con su médico sobre un plan de recuperación que se adapte a su situación particular
Paso 2. Evite los suplementos que contienen hierro si tiene hemocromatosis
Debido a que la hemocromatosis hace que su cuerpo absorba el exceso de hierro de los alimentos que consume, una parte clave de su régimen de tratamiento será evitar ingerir hierro siempre que sea posible. Además de evitar los suplementos de hierro, absténgase de tomar suplementos de vitamina C, ya que la vitamina C también aumenta la absorción de hierro de su cuerpo.
- Las personas con hemocromatosis también son particularmente susceptibles a las infecciones causadas por las bacterias del pescado y los mariscos crudos. Si tiene hemocromatosis, también evite estos alimentos.
- Asegúrese de hablar con su médico sobre cómo mantener una dieta saludable y rica en nutrientes mientras evita las multivitaminas y los suplementos que contienen hierro o vitamina C.
Paso 3. Tome precauciones de seguridad para evitar contraer hepatitis viral
No hay cambios en el estilo de vida que pueda hacer para tratar la hepatitis viral, pero hay varias cosas que puede hacer para evitar contagiarse de otra persona. Estos incluyen usar un condón durante las relaciones sexuales, abstenerse de compartir agujas, no usar los artículos personales (por ejemplo, un teléfono celular, un lápiz, etc.) de alguien infectado con hepatitis y practicar una buena higiene personal.
- Algunas formas fáciles de practicar una buena higiene incluyen lavarse bien las manos con frecuencia y usar guantes desechables al manipular materiales sucios.
- Es especialmente importante participar en este tipo de atención preventiva si trabaja o vive en un lugar donde hay un contacto prolongado con otras personas, como un restaurante, un dormitorio, una guardería o un hogar de ancianos.
Paso 4. Hable con su médico sobre cómo lograr un peso saludable si es necesario
Además de dejar el alcohol, la mejor manera de tratar la hepatitis alcohólica y la enfermedad del hígado no graso (NFLD) es asegurarse de que su peso esté en un nivel saludable que no dañe su hígado. Su médico podrá decirle cuál es un peso saludable para su tipo de cuerpo específico y recomendarle una dieta y un régimen de ejercicio para alcanzar ese peso si es necesario.
Además de perder peso, es posible que también deba cambiar su dieta para que su cuerpo reciba los nutrientes que necesita para estar saludable
Método 3 de 3: tratamiento de la enfermedad hepática con medicamentos y cirugía
Paso 1. Realice una extracción de sangre periódica para tratar la hemocromatosis
En este procedimiento, se inserta una aguja en una vena de su brazo para extraer la sangre mientras se reclina en una silla. Probablemente se someterá a este procedimiento una o dos veces por semana al principio, hasta que sus niveles de hierro en sangre vuelvan a la normalidad. Después de ese punto, probablemente tendrá que extraer su sangre cada 2 a 4 meses.
- Este tratamiento se conoce como flebotomía y se puede realizar en un hospital o en el consultorio de su médico.
- Tenga en cuenta que es posible que algunas personas no requieran una extracción de sangre cada dos meses, mientras que otras deben someterse al procedimiento todos los meses. Su plan de tratamiento particular dependerá de la rapidez con la que el hierro tiende a acumularse en su cuerpo.
Paso 2. Tome medicamentos para reducir la inflamación del hígado por hepatitis alcohólica
Es muy probable que su médico le recete corticosteroides si tiene hepatitis alcohólica grave. Sin embargo, si no puede tomar corticosteroides debido a un problema de salud diferente, es posible que le receten pentoxifilina, un medicamento antiinflamatorio que es eficaz en algunos (aunque no en todos) los casos de hepatitis.
- Es posible que no pueda tomar corticosteroides si tiene insuficiencia renal, sangrado gastrointestinal o una infección.
- Tenga en cuenta que el uso prolongado de corticosteroides puede provocar efectos secundarios graves, como osteoporosis, presión arterial alta y diabetes.
Paso 3. Use medicamentos recetados por su médico para tratar la hepatitis viral
La hepatitis B crónica generalmente se puede tratar con éxito con entecavir o tenofovir. Se usa una variedad aún más amplia de medicamentos para tratar la hepatitis C, incluidos simeprevir, daclatasvir, sofosbuvir, la combinación de sofosbuvir y ledipasvir, y la combinación de paritaprevir, ombitasvir, ritonavir y dasabuvir.
Desafortunadamente, no existen tratamientos para curar la hepatitis A
Paso 4. Pregúntele a su médico acerca de la cirugía para bajar de peso si tiene NFLD
Esta opción normalmente está reservada para pacientes que tienen que perder mucho peso o que luchan por perder peso por sí mismos. Sin embargo, los estudios indican que este método de tratamiento suele ser bastante eficaz para reducir el daño hepático causado por la NFLD.
Este tipo de cirugía también se conoce como cirugía bariátrica
Paso 5. Hágase un trasplante de hígado si tiene cirrosis avanzada o hepatitis alcohólica
A menudo, esta es la única opción de tratamiento disponible para las personas cuyo hígado ha dejado de funcionar debido a una enfermedad hepática. Este método de tratamiento, aunque suena extremo, suele ser muy exitoso, siempre que los receptores de trasplantes se abstengan de beber alcohol o de participar en otras conductas que dañen el hígado posteriormente.