Revisar su piel en busca de melanoma es algo que todo el mundo debería hacer con regularidad. El melanoma maligno es la forma más mortal de cáncer de piel, pero el reconocimiento temprano puede salvar vidas. Si bien los melanomas pueden diferir en apariencia, existen técnicas para reconocer todos los tipos. La regla ABCDE evalúa los lunares en busca de asimetría, variaciones en los bordes, color, diámetro y evolución, mientras que la regla EFG analiza la elevación, firmeza y crecimiento de un lunar. El método del "patito feo" se centra en identificar qué lunares son diferentes. Una vez que aprenda a reconocer el melanoma, podrá examinar su piel con confianza. Cualquier lunar que se agrande, cambie de color o comience a picar debe ser evaluado por un especialista en cáncer de piel. Utilice estas reglas cuando observe una mancha, un lunar o una peca sospechosos.
Pasos
Método 1 de 4: Uso de la regla ABCDE; Asimetría, Borde, Color, Diámetro, Evolución o cambio rápido
Paso 1. Busque asimetría
La simetría significa uniformidad o igualdad. Lo más probable es que los melanomas sean asimétricos, lo que significa que la superficie del lunar no es uniforme. Si bien tener un lunar asimétrico no significa que tenga un melanoma, debe hacerse una revisión porque es un factor de riesgo.
- Imagina una línea en el centro de tu lunar.
- Compara los dos lados del lunar. Considere el tamaño de cada mitad, la forma de los bordes, el color y qué tan elevado está cada lado.
- Si los dos lados del lunar parecen coincidir, entonces es simétrico. Si no coinciden, entonces su lunar es asimétrico.
Paso 2. Revise el borde de sus lunares
El borde es el borde de los lunares, que es donde la parte coloreada del lunar se encuentra con el resto de la piel. Los melanomas suelen tener bordes irregulares, a diferencia de los lunares benignos, que tienen bordes lisos. Los bordes desiguales pueden incluir bordes vagos, lo que significa que los bordes del melanoma no estarán claramente definidos.
- Un borde suave no significa que se verá como un círculo perfecto; más bien, un borde liso no tendrá un borde dentado ni se deformará.
- Los bordes del melanoma pueden tener muescas o festoneados.
Paso 3. Examine el color de sus lunares
Un lunar benigno tendrá un color uniforme, mientras que un melanoma puede tener más de un color. Por ejemplo, un melanoma podría ser una mezcla de bronceado, marrón y negro. En algunos casos, un melanoma tomará tonos de rojo, blanco o azul.
Paso 4. Mide el diámetro de tus lunares
Los lunares benignos suelen ser más pequeños que los melanomas. Los melanomas típicos serán más grandes que el borrador de un lápiz, que mide aproximadamente ¼ de pulgada (6 milímetros).
- No descarte un lunar sospechoso solo porque es pequeño. En las primeras etapas, un melanoma puede ser pequeño.
- Si un lunar crece, incluso si todavía es pequeño, consulte con su médico.
- Pídale a su médico que revise los lunares de más de ¼ de pulgada (6 milímetros), independientemente de si tiene o no otros signos de melanoma.
Paso 5. Observe si alguno de sus lunares evoluciona
Esté atento a los cambios en su lunar, incluido el tamaño, el color, la forma y el aumento. Cualquier otro problema, como picazón o sangrado, también es motivo de preocupación. Si el lunar o la mancha crece rápidamente de tamaño, haga que su médico lo revise inmediatamente, no espere.
Método 2 de 4: Uso de la regla EFG; Elevación, firmeza y rápido crecimiento
Paso 1. Compruebe si el lunar está elevado
Los melanomas nodulares, que representan aproximadamente el 20% de los casos, no siguen la regla ABCDE. Afortunadamente, tienen características comunes que lo ayudan a identificarlos, como estar elevados. Busque lunares que se sientan como un bulto. En comparación con otros lunares, se sentirán elevados.
Paso 2. Sienta si el lunar está firme
Los lunares benignos generalmente se sienten como el resto de su piel, por lo que un lunar que es duro es cuestionable. Un melanoma nodular será firme al tacto.
Use su dedo para verificar la firmeza de sus lunares. Consulte con su médico si un lunar se siente duro
Paso 3. Fíjate si el lunar crece
Cualquier crecimiento de lunar es sospechoso, incluso si es su único síntoma. Si tiene un crecimiento rápido de lunares, debe programar una cita con el médico. Los melanomas nodulares crecen rápidamente, por lo que deben abordarse lo antes posible.
Método 3 de 4: Usar el método del patito feo
Paso 1. Compruebe si hay lunares que se vean diferentes
El método del patito feo es especialmente útil para las personas que tienen muchos lunares, especialmente si algunos de esos lunares son lunares irregulares benignos. Debido a que los melanomas se ven diferentes a los lunares normales, compare todos sus lunares entre sí. Cualquier lunar que se vea diferente al resto es sospechoso y debe ser revisado.
- Considere el tamaño y la forma de sus lunares para ver si uno es más grande o más pequeño. El lunar sospechoso debe destacarse en apariencia de los demás.
- Mire el color de sus lunares para ver si hay uno extraño. Por ejemplo, si todos sus lunares son de color marrón oscuro, pero ha aparecido un lunar de color marrón claro, haga que lo revisen.
- Un lunar sospechoso puede tener más de un color y hasta tres, marrón, marrón claro y violáceo.
Paso 2. Observe nuevos lunares o lesiones
Siempre que tenga un nuevo lunar o lesión, hágalo revisar. A veces, un lunar nuevo es benigno, pero también es un factor de riesgo de melanomas.
- Los lunares o lesiones nuevos son más cuestionables si no tiene muchos lunares. Las personas con pocos lunares tienen menos probabilidades de desarrollar uno nuevo que sea benigno.
- Los lunares nuevos pueden ser más cuestionables en las personas mayores.
Paso 3. Determine si los lunares o las lesiones son sintomáticos
Los lunares sintomáticos tienen problemas que son atípicos de los lunares normales, como sangrado, picazón o dolor. Si tiene un lunar que comienza a mostrar síntomas, programe una cita para que lo revisen.
Método 4 de 4: Reconocer otros signos
Paso 1. Observe si una llaga no sana
Si una llaga o un grano no mejora o sigue reapareciendo en el mismo lugar, es hora de consultar a un médico. Su melanoma puede parecer un grano normal o una piel dañada, pero notará que no responde a los productos de tratamiento típicos.
Paso 2. Busque lunares con un color que se extienda desde el lunar
A veces, los melanomas parecen como si el color estuviera sangrando del lunar hacia la otra piel. Por ejemplo, un lunar rojo puede tener un área rosada a su alrededor, o un lunar marrón oscuro puede estar rodeado de piel marrón clara. También busque un color azul violáceo en la mancha o lunar.
Paso 3. Compruebe si hay enrojecimiento e hinchazón alrededor del lunar
Puede notar que uno o más de sus lunares se ven hinchados o irritados, similar a la picadura de un insecto. Esta hinchazón es un síntoma de un melanoma, por lo que debe hacerse revisar ese lunar.
- La hinchazón puede ser diminuta en lugar de un bulto, así que no descarte un área ligeramente elevada.
- El enrojecimiento puede ser rosado en lugar de rojo oscuro.
Paso 4. Observe los lunares sensibles, con comezón o dolorosos
Un melanoma se sentirá diferente a un lunar normal. Use sus dedos para sentir sus lunares y el área alrededor de ellos para ver si se sienten doloridos o adoloridos. Si un lunar comienza a picar, anótelo. Lleve un registro de la frecuencia con la que pica. Si nota que el problema continúa durante unos días, programe una cita con su médico.
Paso 5. Compruebe si hay cambios en la superficie del lunar
La piel sobre su lunar puede sufrir cambios, incluso si el tamaño y el color siguen siendo los mismos. Su piel puede sentirse escamosa o desarrollar un bulto. También puede notar supuración o sangrado en su lunar.
Consejos
- Revise su piel mensualmente.
- No entre en pánico si tiene un lunar cuestionable porque a veces los lunares benignos pueden parecer un melanoma. Vaya al médico para que lo revise.
- No todos los melanomas cumplirán con el modelo ABCDE. No asuma que un lunar es benigno solo porque no tiene estos factores de riesgo.
- Si tiene la piel clara, tiene cáncer de piel en su familia o pasa mucho tiempo bajo el sol, podría ser una buena idea tener un dermatólogo al que pueda ver anualmente para un "control de pecas".