Dormir lo suficiente puede dejarlo arrastrando el día. Podría pensar que tiene somnolencia y fatiga, que en realidad son dos afecciones diferentes. La somnolencia, o somnolencia, es el deseo extremo de dormir, generalmente causado por la falta de un buen sueño. Por lo general, tomar una siesta o dormir elimina esta sensación. Por el contrario, la fatiga es un estado de cansancio constante que no desaparece con el sueño. Puede ser causado por una condición médica o un medicamento. Es posible que deba consultar a un médico por fatiga. Puede conocer la diferencia identificando los diferentes signos de somnolencia y fatiga.
Pasos
Parte 1 de 3: Identificación de los signos de somnolencia
Paso 1. Fíjate cuando te quedas dormido
Es posible que sus párpados se vuelvan pesados durante el día debido a una clase o reunión aburrida o después de un almuerzo pesado. Lleve un registro de cuándo tiene ganas de quedarse dormido. Esto puede indicarle si simplemente tiene sueño o le falta sueño. Los momentos comunes en los que las personas tienen sueño incluyen:
- Sentarse en su oficina, aula o en una reunión
- Leer
- Ver televisión o una película
- Conducir en coche durante una hora sin parar
- Esperando en el tráfico durante unos minutos
Paso 2. Busque síntomas físicos
La somnolencia puede hacer que su cuerpo se sienta incómodo. Observar los síntomas físicos puede ayudarlo a determinar si está somnoliento en lugar de fatigado. Los síntomas incluyen:
- Párpados pesados
- Problemas para mantener la cabeza erguida
- Incapacidad para mantener los ojos abiertos.
- Bostezos frecuentes
- Tiempos de reacción lentos
Paso 3. Esté atento a los signos cognitivos
La somnolencia puede afectar la capacidad de su cerebro para funcionar al máximo. Busque los siguientes signos cognitivos de somnolencia, que pueden alertarlo de que debe tomar una siesta o dormir bien por la noche:
- Pensamientos errantes
- Incapacidad para concentrarse o prestar atención.
- Dificultad para tomar decisiones.
- Incapacidad para resolver problemas.
- Cometer muchos errores
- Incapacidad para terminar las tareas.
Paso 4. Detectar efectos conductuales
La somnolencia también puede afectar su comportamiento, como las veces que le molesta a alguien porque necesita una siesta. Observar ciertos comportamientos puede hacerle saber si está somnoliento. Los comportamientos a tener en cuenta incluyen:
- Incapacidad para hacer frente al cambio
- Incapacidad para controlar las emociones y el comportamiento.
- Tener cambios de humor
- Sentirse triste o deprimido
- Falta de motivación
- Ser impulsivo
Paso 5. Considere las causas subyacentes
Ciertas afecciones o medicamentos pueden causarle somnolencia. Ser consciente de estos puede alertarlo sobre posibles problemas o planear dormir más por la noche. Las causas médicas subyacentes de la somnolencia incluyen:
- Apnea obstructiva del sueño (AOS)
- Insomnio
- Narcolepsia
- Tomar tranquilizantes, pastillas para dormir o antihistamínicos.
Parte 2 de 3: Observación de los síntomas de la fatiga
Paso 1. Admita si está constantemente cansado
La gran diferencia entre la somnolencia y la fatiga es que la fatiga es un agotamiento implacable que no se alivia con el sueño. Preguntarse: "¿Todavía me siento cansado y adolorido incluso después de una buena noche de sueño?" Puede alertarlo sobre un problema más grave que no dormir lo suficiente. Reconocer que está constantemente cansado o que se siente débil puede garantizar que reciba atención inmediata.
Paso 2. Distinguir los síntomas físicos
La fatiga realmente puede afectar cómo se siente su cuerpo. Los niveles de energía constantes y reducidos son dos factores que distinguen la fatiga de la somnolencia. Identificar los síntomas físicos puede ayudarlo a determinar si solo está somnoliento o fatigado. Los signos físicos de fatiga incluyen:
- Cansancio persistente
- Energía reducida
- No sentirse descansado después de una noche de sueño.
- Dolor muscular
- Dolores de cabeza frecuentes
- Dolor multiarticular sin enrojecimiento ni hinchazón
- Mareo
- Pérdida de apetito
- Función del sistema inmunológico reducida
- Reflejos y respuestas lentos
Paso 3. Busque síntomas intelectuales
Al igual que la somnolencia, la fatiga también puede afectar su cerebro. Sin embargo, los signos cognitivos pueden ser más notorios o no desaparecer. Observar su capacidad cognitiva en busca de síntomas puede ayudarlo a determinar si tiene fatiga. Los signos de fatiga incluyen:
- Incapacidad para concentrarse
- Toma de decisiones y juicio deteriorados
- Mal humor
- Irritabilidad
- Deterioro de la coordinación ojo-mano
- Problemas de memoria a corto plazo
- Pobre concentración
- Capacidad reducida para prestar atención
Paso 4. Considere su comportamiento
El cansancio constante puede cambiar notablemente su comportamiento. Ver si sus estados de ánimo son diferentes con el tiempo puede ser una señal de fatiga. Esté atento a los siguientes signos de comportamiento que pueden indicar fatiga:
- Baja motivación
- Mal humor
- Irritabilidad
- Sentirse constantemente estresado
- Ansiedad
- Depresión
Paso 5. Busque posibles causas de fatiga
La fatiga puede ser causada por ciertas condiciones médicas. Estas condiciones pueden hacer que se sienta cansado incluso cuando haya descansado bien por la noche. Estas condiciones pueden incluir:
- Diabetes
- Tiroides hipoactiva o hipotiroidismo
- Anemia
- Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
- Síndrome de fatiga crónica
- Depresión
- Enfermedad del corazón
Parte 3 de 3: Cómo lidiar con la somnolencia y la fatiga
Paso 1. Busque atención médica
Haga una cita con el médico si está fatigado durante dos o más semanas. Esto puede indicar una afección subyacente, como hipotiroidismo o depresión. Obtenga atención médica inmediata si tiene fatiga con los siguientes síntomas:
- Sangrado anormal, especialmente en el recto o vómitos con sangre.
- Dolor de cabeza intenso
- Dolor de pecho
- Dificultad para respirar
- Latidos cardíacos irregulares o rápidos
- Mareos o sensación de que se va a desmayar
- Dolor severo abdominal, pélvico o de espalda
- Sentimientos de que puede hacerse daño a sí mismo oa otra persona.
Paso 2. Establezca una hora fija para acostarse
Acuéstese a la misma hora todas las noches tanto como sea posible. La hora de acostarse regular establece su reloj biológico. Esto puede facilitar un buen descanso nocturno y evitar la somnolencia o la fatiga.
- Ajuste su horario según sea necesario.
- Acuéstese a la misma hora todas las noches, incluso si no está cansado. Levántese unos minutos y haga algo relajante como escuchar música o leer con poca luz si no puede conciliar el sueño de inmediato.
Paso 3. Cambie al modo de hora de dormir
Reserve una hora para relajarse antes de la hora fijada para acostarse. Puede leer con luces tenues o tomar un baño, por ejemplo. Este tiempo puede indicarle a su cuerpo que se duerma, así como ayudarlo a relajarse y conciliar el sueño rápidamente.
Evite el uso de dispositivos electrónicos, dispositivos o luces brillantes durante esta hora. La luz, las imágenes y otros contenidos pueden estimular su cerebro y evitar que se duerma
Paso 4. Tenga un ritual a la hora de acostarse
Realice actividades todas las noches que lo relajen antes de acostarse. Estos pueden incluir tomar un baño tibio, leer un libro o tomar un vaso o leche tibia. Una rutina puede indicarle a su cuerpo y mente que es hora de irse a la cama. También puede ayudarlo a dormir mejor.
Elija algo que pueda hacer con luz tenue o puede cambiar al modo de hora de dormir. Por ejemplo, juega con tu mascota, lee una revista o mira un programa en el modo nocturno de tu televisor o dispositivo, que bloquea la luz azul
Paso 5. Cree un espacio óptimo para dormir
Tener una habitación cómoda y acogedora puede ayudarlo a obtener un descanso nocturno óptimo. Esto puede ayudar a aliviar la somnolencia y la fatiga que pueda tener al día siguiente. Pruebe lo siguiente para convertir su dormitorio en un paraíso para dormir:
- Retirar la electrónica
- Dejar el trabajo en otra habitación y cualquier trabajo de su habitación
- Configurar la temperatura de su habitación entre 60 y 75 grados
- Abrir una ventana o hacer funcionar un ventilador para ventilar
- Tener ropa de cama cómoda
- Bloquear la luz con persianas o cortinas.
- Amortiguación de sonidos y escucha de ruido blanco