Las lesiones en las piernas a menudo hacen que los pacientes reciban muletas. Si nunca ha usado muletas, colocarlas puede parecer contradictorio. Para darle a su lesión la mejor oportunidad de recuperarse y aumentar su movilidad, es importante hacerlo correctamente.
Pasos
Método 1 de 3: Colocación de muletas en las axilas
Paso 1. Ponte un par de zapatos para todos los días
Tus zapatos deben tener tacones bajos y buen soporte. En el ajuste, trate de usar los mismos zapatos que normalmente usa para caminar, o los que anticipa usar con muletas.
Paso 2. Relaje los brazos y déjelos colgar sobre las muletas
Paso 3. Ajuste las muletas de modo que al menos 2 a 4 pulgadas (5,1 a 10,2 cm) separen la axila y la almohadilla de la muleta
Aquí es donde muchas personas se equivocan, pensando que la almohadilla de la muleta debe quedar justo debajo de la axila. De hecho, debe haber suficiente espacio para que la almohadilla de la muleta no toque la axila a menos que el usuario se incline ligeramente. Las muletas están diseñadas para recibir apoyo de los brazos y la caja torácica, no de los hombros.
Si sus muletas no tienen muescas para adaptarse perfectamente al espacio de dos pulgadas entre la axila y la almohadilla, opte por la configuración más baja en lugar de la configuración más alta. Las muletas con un ajuste más alto pueden tener una mayor probabilidad de dislocar el hombro. Esto también evitará que se apoye en las muletas cuando no sea necesario
Paso 4. Ajuste más las muletas para acomodar las empuñaduras
Con las manos colgando relajadas a los lados y de pie, las empuñaduras de las muletas deben estar al mismo nivel que el pliegue de la muñeca.
Paso 5. Realice las adaptaciones finales para su comodidad
Las muletas están diseñadas para brindar apoyo adicional a las piernas enfermas y, como tales, pueden usarse de manera más o menos adecuada. Sin embargo, se pueden hacer adaptaciones para ayudar al sujeto a sentirse cómodo.
Método 2 de 3: Ajuste de muletas de antebrazo (Lofstrand)
Paso 1. Ponte un par de zapatos para todos los días
Vaya con los zapatos que probablemente usará cuando use las muletas.
Paso 2. Párese lo más erguido posible y deje que los brazos caigan a los lados, relajados
Paso 3. Tome la muleta del antebrazo y ajuste la empuñadura de modo que quede alineada con la articulación de la muñeca
Si se ajusta correctamente, la empuñadura de muñeca debe alinearse aproximadamente con el lugar donde normalmente usa un reloj.
Paso 4. Coloque el brazalete en la mitad de su antebrazo
El brazalete de semicírculo o en forma de V debe quedar a medio camino entre la muñeca y el codo. No deben empujar los hombros hacia arriba al sostenerlo o hacer que se encorve.
Este tamaño es importante porque querrá una flexión de 15 a 30 grados en sus brazos cuando use las muletas. El tamaño correcto le dará a sus brazos y hombros su rango de movimiento completo, lo que le permitirá colocar las muletas de manera constante en ángulos de 30 grados
Método 3 de 3: Consejos de seguridad con muletas e información para caminar
Paso 1. Elija entre una muleta para las axilas y el antebrazo, si es necesario
En la mayoría de situaciones de lesiones o asistencia, su médico o fisioterapeuta le dará un par de muletas y le explicará cómo usarlas. En el improbable caso de que pueda elegir qué tipo de muletas desea usar, aquí hay un desglose de lo que cada muleta es buena y no tan buena.
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Muletas para las axilas:
- Por lo general, para uso temporal que implica lesiones.
- Menos movilidad de la parte superior del cuerpo, pero más movilidad general
- Más difícil de usar y puede implicar riesgo de daño a los nervios en la axila (axila)
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Muletas de antebrazo:
- Por lo general, para uso a largo plazo que implica debilidad continua en las piernas.
- Ofrece más movilidad de la parte superior del cuerpo que las muletas para las axilas
- Permite a los pacientes utilizar los antebrazos sin necesidad de colocar las muletas.
Paso 2. Aprenda a caminar con muletas
Coloque las muletas de 6 a 12 pulgadas (15,2 a 30,5 cm) frente a usted, apretando las costillas y la parte superior de los brazos. Empuje hacia abajo las empuñaduras y no las axilas, dé un paso con la pierna más débil. Siga con su pierna más fuerte. Repetir.
Paso 3. Aprenda a ponerse de pie con muletas
Sostenga ambas muletas por los asideros en una mano mientras empuja hacia arriba con la otra mano en la silla. Coloque una muleta debajo de cada brazo y proceda con normalidad.
Paso 4. Aprenda a sentarse con muletas
Coloque ambas muletas en una mano sosteniendo las empuñaduras juntas y alcance la silla con la otra mano para bajar lentamente. Básicamente, esto está revirtiendo el proceso de ponerse de pie.
Paso 5. Póngase cómodo al subir y bajar escaleras
Siempre que sea posible, use un pasamanos al subir y bajar escaleras. Coloque una muleta debajo de un brazo y use la barandilla con el otro brazo como apoyo.
- Subir escaleras: suba con la pierna más fuerte, luego la pierna adolorida y, por último, suba la muleta.
- Bajando escaleras: baje la muleta hasta el escalón, mueva la pierna adolorida hacia abajo y luego baje la pierna más fuerte. Asegúrese de que la punta de la muleta esté completamente en la escalera
Paso 6. Acolche la almohadilla de la muleta para hacerla más cómoda y reducir la posibilidad de daño a los nervios
Tome una sudadera vieja o incluso una almohadilla de espuma viscoelástica y colóquela sobre la almohadilla de la muleta para obtener un cojín extra. Incluso con un acolchado adicional, los profesionales médicos desaconsejan apoyarse en las almohadillas de las muletas con las axilas.