Las botas de invierno pasan por mucho; están sujetos a la lluvia, la nieve, el barro, el aguanieve, la sal y una variedad de otros tipos de suciedad y productos químicos de la calle. Para el final del invierno, unas botas mal cuidadas compensarán su negligencia cayendo a pedazos o simplemente luciendo en mal estado. Mantenlos en mejor forma durante el invierno para que, con un poco de suerte, te acompañen durante varios inviernos.
Pasos
Método 1 de 3: Protección de botas nuevas
Paso 1. Compre inteligentemente
La gamuza no es un material ideal para las botas de invierno si vives en un clima muy húmedo. Si bien las botas pueden protegerse con productos comerciales, los productos químicos que contienen pueden debilitar la tela con el tiempo. Además, la humedad y las manchas de sal destruyen gradualmente la gamuza.
- Una solución puede ser usar botas de gamuza solo cuando no llueva y cuando las aceras estén claramente despejadas de nieve.
- ¡O acepta que las botas de gamuza no se verán tan bien al final de la temporada como al principio!
- Las botas sintéticas pueden ser más duraderas para algunos propósitos. Esto dependerá de sus preferencias de uso y de la comodidad de la bota. Pídale consejo específico a un minorista al comprar sus botas de invierno.
Paso 2. Use preventivos
Hay algunos productos comerciales disponibles que puede aplicar a sus botas antes de usarlas en el clima. Algunos productos incluyen:
- Impermeabilizante para evitar que el material se manche en agua o sal. Estos generalmente vienen en aerosoles y se venden en las zapaterías o por el fabricante.
- Aceites, ceras o frotaciones que crean una capa protectora en el material de la bota. Puede encontrarlos en tiendas de reparación de cuero, zapaterías o ferreterías.
- Agentes protectores que evitan que las botas se decoloren o se deshagan. Estos suelen ser recomendados por el fabricante de botas.
Paso 3. Lea las instrucciones
Lea siempre las instrucciones que acompañan a cualquier producto impermeabilizante o de limpieza. Algunos son inflamables, algunos requieren una buena ventilación y algunos requieren una aplicación cuidadosa. Por su propia seguridad, tenga en cuenta todos los requisitos para utilizar el producto antes de utilizarlo.
Cuando utilice un producto, pruébelo siempre en una parte pequeña y discreta del maletero. De esa forma, no arruinará todo el maletero
Método 2 de 3: limpieza de botas sucias
Paso 1. Limpiar las manchas de sal inmediatamente
Si vives donde nieva y donde se usa sal en las calles para mantenerlas alejadas de la nieve, tus botas recogerán la sal. Las manchas de sal estropean el aspecto de las botas y debilitan la tela. Si hay partes metálicas en sus botas (cremalleras, ganchos, etc.), estas comenzarán a oxidarse si no se quita la sal.
- Para obtener los mejores resultados, siempre limpie cualquier mancha de sal tan pronto como la detecte. Utilice el agente de limpieza recomendado por el fabricante de sus botas (agente desalador).
- Las líneas de sal aún húmedas se pueden arreglar rápidamente limpiando la bota de cuero con un paño húmedo y tibio. Deje secar en el vestíbulo (no cerca de un calentador). Para conservar la forma de la bota si no puede hacerlo por sí sola, rellene con papel de periódico u otro papel de desecho.
- Las líneas de sal secas se pueden eliminar con productos comerciales o puede hacer las suyas propias fácilmente (para botas de cuero). Combine partes iguales de vinagre y agua para hacer una solución líquida. Sumerja un trapo de limpieza en la solución y luego limpie alrededor de la línea de sal. Para terminar, use un paño limpio y húmedo para limpiar la solución y cualquier línea de sal restante. Limpiar con una toalla seca, luego dejar secar lejos del calor directo. Cuando esté seco, pula. (Este método no es adecuado para botas de gamuza).
- En el caso de las botas de gamuza, limpie las marcas con una goma de borrar o lije suavemente con una lima de uñas. Para restaurar la siesta aplanada, use un cepillo de dientes limpio o una toalla para cepillarla o vaporice suavemente sobre el pico de una tetera recién hervida.
Paso 2. Seque sus botas con cuidado
Nunca seque las botas frente a un fuego abierto o una fuente de calor abierta. Esto hará que se agrieten y se sequen demasiado. Seque en un lugar cálido y seco lejos de fuentes de calor directas. Trate de secarlos boca abajo sobre un soporte para botas o un artículo similar o cosas con papel de periódico para mantener la forma.
Paso 3. Elimine las marcas
Las marcas de desgaste se pueden quitar de las botas de cuero con bicarbonato de sodio. Simplemente sumerja un paño húmedo en bicarbonato de sodio y limpie las marcas de desgaste. Limpiar, dejar secar y pulir.
Paso 4. Elimina las manchas de aceite
Las manchas de aceite se pueden quitar de las botas de gamuza frotando lo antes posible con harina de maíz o talco. Cepille suavemente con una toalla después de dejarlo durante unas horas para absorber la suciedad.
Paso 5. Limpiar los forros de las botas
Los forros de botas que se pueden quitar deben lavarse por separado a mano o en la lavadora (consulte las instrucciones del fabricante). Asegúrese de que estén completamente secos antes de volver a colocarlos en las botas.
Paso 6. Desodoriza tus botas
Para hacer esto, retire las plantillas o forros de las botas. Debes lavarlos y secarlos completamente antes de volver a ponerlos en el maletero. Luego puede agregar una cantidad generosa de bicarbonato de sodio (tanto como desee) a la bota para comerse las bacterias apestosas. Deja que la bota se seque completamente. A continuación, puede aspirar o limpiar fácilmente el bicarbonato de sodio.
También puede simplemente ventilar las botas apestosas quitando los forros y aflojando tanto como pueda en la bota. Si la bota tiene cordones, quítelos y tire de la lengüeta de la bota hacia arriba tanto como sea posible para crear un flujo de aire. Si la bota tiene cremallera, desabrocha completamente y abre la bota tanto como puedas para dejar entrar el aire
Método 3 de 3: mantenimiento de las botas
Paso 1. Mantenga las botas pulidas y limpias
Si sus botas son de cuero, manténgalas bien lustradas. Todos los tipos de botas deben mantenerse limpias. Una limpieza regular con agua tibia para muchas botas sintéticas ayudará a eliminar la suciedad y otros elementos incrustados.
Paso 2. Guarde las botas de invierno limpias y secas
Al final del invierno, nunca guarde las botas sin antes limpiarlas y asegurarse de que estén completamente secas. De lo contrario, corre el riesgo de encontrar botas mohosas, agrietadas y posiblemente arruinadas el próximo invierno. Las manchas que se dejan demasiado tiempo pueden fraguar permanentemente y debilitar la bota. Y el moho que crece en una bota puede contaminar de forma cruzada otros zapatos, botas y prendas de vestir almacenadas en la misma zona.
- No guarde las botas en bolsas de plástico. El ante y el cuero necesitan "respirar" y las bolsas de plástico restringen esta capacidad, secando la bota y atrapando el moho. Las mejores opciones incluyen fundas de almohada, bolsas de tela para zapatos y bolsas de tela.
- Guarde las botas lejos de la luz directa o fuentes de calor. La luz directa puede desteñir las botas, mientras que el calor directo puede hacer que se sequen y agrieten.
Paso 3. Busque ayuda profesional
Si las manchas son muy graves, busque ayuda profesional de un reparador de zapatos, tintorería o similar. También puede llamar al fabricante para obtener asesoramiento.
Paso 4. Repita anualmente
Una bota bien mantenida es una bota duradera. Repite el proceso preventivo y de almacenamiento de tus botas cada año o temporada de uso. ¡Esto mantendrá tus botas en buenas condiciones para que duren más!