Pasar el día puede ser difícil. Las responsabilidades como el trabajo, la familia, los amigos, la escuela y las tareas del hogar pueden agotarnos y deprimirnos. Es posible que se sienta atrapado en una rutina, lo que puede tener un efecto negativo en su salud mental. Cuando construye una rutina diaria que está llena de actividades que son buenas para usted y su cerebro, puede mejorar su forma de pensar. Ponerte a ti mismo en primer lugar y cuidar tu cuerpo y tu mente puede tener un impacto enorme en tu vida y cambiarla para mejor.
Pasos
Método 1 de 3: ponte a ti mismo en primer lugar
Paso 1. Cree un horario diario realista
Muchas veces pone en peligro su propia salud mental al poner demasiadas tareas en su lista de tareas pendientes e intentar lo imposible. Dedique unos días a averiguar cuánto tiempo le lleva completar sus tareas diarias. Luego, elabore un horario en torno a eso con espacio adicional para viajes, emergencias y descansos.
Hágalo más fácil abordando primero los proyectos agotadores. Además, asegúrese de incluir tiempo para actividades básicas como limpiar, comer y hacer ejercicio
Paso 2. Evite revisar sus correos electrónicos a primera hora de la mañana
Muchas personas abren los ojos y luego alcanzan sus teléfonos cuando se despiertan. Revisan sus correos electrónicos, páginas de redes sociales y mensajes de texto. Comenzar el día descubriendo lo que otras personas necesitan de usted puede evitar que sea proactivo y, en cambio, reactivo.
- Más bien, comience su día concentrándose en usted. Hágase un café, tome una ducha, dedique un rato a leer. Poner sus necesidades en primer lugar cuando se despierta puede marcar la pauta para un gran día.
- Asegúrese de desconectarse de todos sus dispositivos por un tiempo todos los días. Estar constantemente distraído por correos electrónicos, mensajes de texto y mensajes de redes sociales puede causar tensión.
Paso 3. Reduzca su estrés
El estrés es extremadamente malo para la salud. Demasiado puede dañar su cerebro. Crear una rutina que implique el menor estrés posible no solo puede hacer que tenga un buen día, sino que también puede mejorar su salud mental.
Haga lo que pueda durante su rutina diaria para reducir el estrés. Esto puede significar viajar en automóvil compartido al trabajo o irse antes para evitar el tráfico, delegar algunas de sus responsabilidades a otras personas o hacer lo que sea necesario para eliminar la mayor cantidad de estrés posible
Paso 4. Haz algo todos los días que te guste
La vida está llena de responsabilidades y las personas a menudo no se toman el tiempo para divertirse. Puedes mejorar tu salud mental agregando algo que disfrutes hacer en tu rutina diaria. Puede que tengas que poner tus necesidades frente a las de los demás para lograrlo, pero es necesario.
- Practica un deporte, un instrumento musical o un juego. Podrías leer un libro, hacer un viaje al parque o incluso detenerte a tomar una taza de té. Haz lo que te guste una vez al día y sentirás y verás los efectos positivos.
- Preste atención a la frecuencia con la que hace cosas que no quiere hacer. Hacer cosas que no quiere hacer con frecuencia puede significar que necesita decir "no" más a menudo.
- Tenga en cuenta que a veces también está bien no hacer nada. No siempre necesitas estar ocupado.
Paso 5. Pase tiempo con sus seres queridos
Ver a las personas que ama y aprecia todos los días puede tener un impacto positivo en su salud. Haga que sea una prioridad ver a sus amigos, familiares, pareja, hijos o cualquier persona a la que respete y adore a diario. Verlos puede aumentar su felicidad, reducir su estrés y mejorar su salud en general.
Utilice la tecnología para ver a sus seres queridos todos los días si no es posible hacerlo en persona. También puedes unirte a un grupo o asistir a una clase para conocer gente si no tienes muchos que te traigan alegría
Método 2 de 3: Cuida tu mente
Paso 1. Duerma lo suficiente
Encontrar tiempo para cerrar los ojos puede ser difícil en su vida ocupada, pero hacerlo es imperativo. La falta de sueño puede contribuir a la depresión y hacer que el día sea miserable. Elimine otras actividades de su día si es necesario, pero encuentre suficiente tiempo para descansar todos los días. Trate de 7 a 9 horas cada noche.
Su cerebro procesa recuerdos y nueva información mientras duerme. No darle el tiempo que necesita para descansar y recuperarse puede provocar cambios en la estructura del cerebro
Paso 2. Medita
Si alguna vez ha intentado meditar, es posible que, en el mejor de los casos, le haya resultado difícil. Sin embargo, proporcionar a tu cerebro estos momentos tranquilos a diario tiene una variedad de efectos positivos. Una memoria mejorada, un mejor enfoque y una mayor capacidad de toma de decisiones son solo algunos de los beneficios que puede ver si medita todos los días.
Si intentaste meditar y fallaste, inténtalo de nuevo. Puede encontrar que con el tiempo se vuelve más fácil. También puede intentar dominar uno de los muchos tipos diferentes de meditación, como la meditación guiada, la meditación sensorial, la meditación en movimiento o la meditación consciente
Paso 3. Juegue juegos diseñados para estimular su cerebro
Tómate unos minutos cada día para jugar juegos que te hagan pensar. Los juegos como el Sudoku y los crucigramas te obligan a usar tu cerebro y te permiten divertirte al mismo tiempo.
Instale un juego mental en su teléfono si no tiene mucho tiempo durante el día para jugar. Tener un dispositivo con juegos instalado le permite participar en ellos en el tren o en el autobús para ir al trabajo, mientras espera a recoger a su hijo de la escuela, en el vestíbulo del consultorio de su médico o donde tenga unos minutos de sobra
Paso 4. Coma alimentos que ayuden a su cerebro
Lo crea o no, algunos alimentos son mejores que otros cuando se trata de su salud mental. Los alimentos ricos en nutrientes aumentan la productividad e incluso pueden prevenir la pérdida de memoria. Coma estos alimentos a diario y probablemente encontrará un notable impulso en su salud mental.
Los alimentos con alto contenido de ácidos grasos Omega 3, como los huevos, ciertos pescados, nueces y verduras de hoja verde, mejoran la concentración. Los flavonoides, que se encuentran en el café, las bayas, el chocolate amargo y las verduras de hoja, también benefician enormemente al cerebro
Método 3 de 3: incorporar ejercicio diario
Paso 1. Dé un paseo diario
Agregar un paseo a su rutina diaria puede reducir el estrés e incluso eliminar la depresión. También le permite tomar un poco de aire fresco y perder peso adicional, lo que también es bueno para su salud.
Las investigaciones muestran que caminar 200 minutos a la semana, lo que equivale a menos de 30 minutos al día, puede ser tan eficaz contra la depresión como los medicamentos. Incluso si no está deprimido, caminar todos los días puede tener un efecto positivo en su salud mental
Paso 2. Programe su ejercicio para cuando su nivel de energía sea el más alto
Estar cansado es uno de los mayores obstáculos a la hora de hacer ejercicio. Combata esto haciendo ejercicio cuando se sienta más despierto. Obtendrá más beneficios de esta manera y estará más inclinado a seguir adelante.
Haga ejercicio durante la pausa del almuerzo si se siente más despierto al mediodía. Salir a caminar a paso ligero o hacer algunos saltos y lagartijas todos los días durante el descanso puede mejorar tu forma de pensar
Paso 3. Incorpore ejercicios de desarrollo muscular en su rutina
El cardio no es el único tipo de ejercicio que puede mejorar su salud mental. Los entrenamientos que fortalecen los músculos también pueden hacer maravillas con su estado de ánimo. Hacer una combinación de actividades aeróbicas y de desarrollo muscular puede reducir el riesgo de depresión y ayudarlo a descansar mejor.
Realice este tipo de ejercicios de tres a cinco días a la semana durante 30 a 60 minutos para aprovechar al máximo estos entrenamientos
Paso 4. Busque formas de hacer más actividad en su rutina diaria
Agregar pequeñas ráfagas de actividad o encontrar formas de hacer un poco más de movimiento puede ayudarlo a hacer más ejercicio. Por ejemplo, puede usar las escaleras en lugar del ascensor, estacionarse más lejos de la entrada del supermercado, dar un paseo durante la hora del almuerzo o andar en bicicleta para hacer mandados en lugar de conducir.