Juzgar a los demás es una forma rápida de terminar solo. La gente suele rehuir a los amigos y conocidos críticos. La mayoría de la gente prefiere las relaciones con aquellos que aceptan y son empáticos. Ya sea que esté tratando de enriquecer sus relaciones o esperando superar los prejuicios innatos, puede ayudar a evitar emitir juicios. Si hace un esfuerzo por comprender a los demás, se centra en la humanidad compartida y vigila sus peculiaridades críticas, puede mejorar sus interacciones con los demás. Incluso puede descubrir que se juzga menos a sí mismo.
Pasos
Método 1 de 3: tratando de comprender
Paso 1. Escuche activamente
Una característica clave de una persona crítica es desconectarse de los demás. Cuando llega a una conclusión sobre una persona o sus motivos, deja de escuchar. Desafortunadamente, esto puede llevarlo a hacer juicios instantáneos inapropiados. Si realmente escuchaste a la persona, podrías llegar a una conclusión diferente.
Escuche completamente los mensajes de los demás. No interrumpa ni se preocupe por lo que va a responder. Examine su lenguaje corporal y busque declaraciones de sentimientos como "Me siento …" para ayudarlo a comprender su mensaje
Paso 2. Haga preguntas para obtener más información
Puede evitar emitir juicios haciendo de la curiosidad su configuración predeterminada. Cuando eres crítico, cierras las vías de comprensión. Cuando sientes curiosidad, estás abierto a aprender y recibir. Haga preguntas para desentrañar el significado de un mensaje en lugar de juzgar o hacer suposiciones.
- Por ejemplo, un amigo te dice "Me acosté con mi ex". Emitir un juicio puede sonar como “¿Tú qué? ¿Como pudiste?" Esto coloca a la otra persona en una posición para defender sus acciones y cierra la comunicación fructífera.
- En su lugar, puede preguntar: "¿Puede ayudarme a comprender cómo sucedió esto?" que retiene cualquier juicio y abre las líneas de comunicación.
Paso 3. Conéctese con su experiencia emocional
Cuando dos personas se comunican, cada uno solo quiere ser escuchado y entendido. En lugar de emitir juicios sobre los demás, intente ponerse en su lugar. Puede ser útil practicar la vulnerabilidad para que pueda ser más comprensivo cuando los demás se abran.
- Piense en cómo pudo haber actuado en una situación similar. Considere sus sentimientos y motivaciones. Imagínense las circunstancias que los llevaron a tomar esa decisión.
- Leer ficción presenta otra forma de sentir empatía por los demás. Cuando te absortas en la vida de un personaje de un libro, aumentas tu capacidad para comprender las experiencias de los demás.
Método 2 de 3: Construir puentes con otros
Paso 1. Concéntrese en las similitudes, no en las diferencias
Una de las principales formas de construir puentes en lugar de muros es reconociendo que todos somos iguales debajo de todo. Cuando te concentras en lo que tienes en común, en lugar de en cómo eres diferente, normalmente te encontrarás juzgando a los demás con menos frecuencia.
Si te das cuenta de que estás criticando o juzgando a los demás, busca tres cosas que tengan en común con esa persona o la situación. Por ejemplo, su pareja no se defendió en el trabajo. En lugar de juzgarlos como débiles, piense en tres ocasiones diferentes en las que tuvo problemas para hablar por sí mismo
Paso 2. Acepta los defectos de los demás
La aceptación es necesaria para superar una actitud de juicio. La aceptación implica dejar que una persona sea quien es; no tratando de cambiarlos. Cuando eres capaz de reconocer que otra persona es humana, y todos los humanos cometen errores, puedes optar por aceptar a la persona.
- La aceptación también implica una falta de control total. Cuando juzgas, hay un deseo subyacente de controlar a los demás o convertirlos en quienes te gustaría que fueran. Aceptación significa permitirles ser quienes son y reconocer que, de todos modos, no tienes poder para cambiarlos.
- Para demostrar aceptación, puede recordarse a sí mismo: "No tengo el control de quién es ella. Su comportamiento no se refleja en mí. Puedo ayudarla siendo cariñosa y tolerante".
Paso 3. Celebre las fortalezas de los demás en lugar de insistir en las fallas
A veces nos quedamos atrapados en el barro de los defectos y nos negamos a ver lo bueno en los demás. Contrarresta esta tendencia negativa identificando a propósito los aspectos positivos de quienes te rodean. Haga esto todos los días.
Paso 4. Recuerde sus propias deficiencias
Sus juicios sobre los demás a menudo provienen de una necesidad interna de evitar sus propios defectos. Las personas que juzgan a los demás también suelen juzgar mucho a sí mismas. No uses los problemas de los demás para cubrir los tuyos ni para colocarte en un pedestal. Si notas que eres crítico, recuerda que tú también tienes defectos. Por lo tanto, no tienes lugar para juzgar.
- Aumentar la autocompasión le ayudará a adquirir una compasión natural por los demás.
- Podrías repetir en silencio: “Soy humano. Yo también cometo errores”cuando te das cuenta de que estás juzgando a los demás.
Paso 5. Pida disculpas a aquellos a quienes juzga
Si te das cuenta de que estás siendo crítico, trata de anular el hábito disculpándote de inmediato. Cuando te disculpas refuerzas la acción por ser inapropiada y extiendes una rama de olivo a los que juzgaste.
- Una disculpa puede ser simple y directa. Diga: "Lo siento, Charlie. Te juzgué en ese momento y no debería haberlo hecho. Espero que puedas perdonarme. Estoy trabajando para superar mis tendencias críticas".
- Trabaja en tu franqueza y honestidad. Al ser sincero acerca de su naturaleza crítica, generalmente puede tomar nota de ella y ayudar a disminuirla.
Método 3 de 3: Superar las tendencias críticas
Paso 1. Sea consciente de su tendencia a juzgar
La única forma de dejar de emitir juicios es saber cuándo lo está haciendo en primer lugar. Si está desconectado de su diálogo interno, tendrá problemas para reformularlo. Dedique algún tiempo a ajustarlo a sus juicios sobre usted mismo y los demás.
Escuche sus pensamientos durante una semana completa. Observe las situaciones en las que es más probable que juzgue. Pregunta por qué decidiste hacer esto. Mantenga un registro para que pueda identificar patrones en su comportamiento de juzgar
Paso 2. Esté atento a las proyecciones
A veces, lo que te molesta de los demás es algo que te molesta de ti mismo. Cuando usted mismo no está satisfecho con algún aspecto, es más probable que proyecte esta insatisfacción en los demás.
A medida que comience a llevar un registro de juicios y críticas, intente encontrar las conexiones subyacentes. Por ejemplo, juzgas a un compañero de trabajo por llegar tarde, pero lo haces porque envidias secretamente lo despreocupada que es esta persona. A menudo desearía tener el descaro de romper una regla
Paso 3. Perdónate por juzgar
Cuando detecte conexiones entre sus juicios sobre los demás y sus propios defectos, esté dispuesto a reconocer estos defectos y perdonar. El perdón a uno mismo es a menudo tan importante como conceder el perdón a los demás. Muestre compasión a sí mismo cuando juzgue y deje de ser tan duro consigo mismo por participar en un comportamiento completamente “humano”.
Puede darse un abrazo y decir: “Sé que debo estar sufriendo por juzgar a mi amigo con tanta dureza. Me perdono por juzgar. También me perdono por ignorar mi propio dolor. Estoy prestando atención ahora"
Paso 4. Abstenerse de chismes
Una de las principales formas en que las personas juzgan verbalmente a los demás es a través del chisme. A menudo, el chisme parece inofensivo, una forma de forjar un vínculo con los demás. Pero, ¿realmente quieres acercarte a una persona abriendo una brecha entre tú y otra? Probablemente no. Deja de chismorrear y mantente alejado de quienes tienden a hacerlo.
Paso 5. Limite la exposición a los medios críticos
Internet puede sacar a relucir la actitud crítica de cualquier persona. Puede encontrarse juzgando a los "amigos" en sus redes sociales o criticando a celebridades y políticos. Si esto pone de manifiesto su lado crítico, tome conciencia del problema y reduzca su exposición.