Si experimenta dolor de moderado a intenso, ya sea crónico o debido a una lesión o afección médica, puede pedirle a su médico de atención primaria un diagnóstico y, posiblemente, un analgésico. En algunas circunstancias, los médicos pueden mostrarse escépticos con respecto a sus solicitudes de analgésicos si creen que está abusando de los medicamentos recetados o que está exagerando los efectos del dolor porque muchos medicamentos son altamente adictivos. Para hacer una solicitud exitosa, describa su dolor en una escala del 1 al 10, sea lo más específico posible y aclare si hay ciertas circunstancias que causan que el dolor aumente o disminuya.
Pasos
Parte 1 de 3: Reunión con su médico
Paso 1. Programe una cita
Si siente dolor y no puede controlarlo con medicamentos de venta libre, programe una cita con su médico lo antes posible. Deberá programar la cita llamando al número de teléfono principal del consultorio del médico y hablando con la recepcionista.
Si sufre de un dolor extremo o debilitante, o si el consultorio de su médico no está abierto actualmente, es posible que necesite que un amigo o familiar lo lleve a una sala de emergencias o centro de atención de urgencia
Paso 2. Informe al médico si actualmente está tomando analgésicos de venta libre o recetados
Su médico solicitará esta información si solicita analgésicos, incluso si solo solicita una extensión de una receta existente. Asegúrese de informar a su médico si toma algún medicamento de venta libre, como Tylenol o Ibuprofeno, y si estos le brindan algún alivio o no. Mezclar medicamentos puede tener efectos secundarios dañinos, por lo que es importante ser minucioso al relacionar qué medicamentos, si es que toma alguno, toma actualmente.
Paso 3. Describa otras actividades realizadas para aliviar el dolor
Cuando le pida a su médico un analgésico, es posible que quieran saber si ha probado algún medio no médico para aliviar el dolor y si esos métodos han producido resultados satisfactorios. Si ha probado la acupuntura, los masajes, el yoga o Pilates, o cualquier otra técnica no médica para aliviar el dolor, infórmeselo a su médico.
Tenga en cuenta que será menos probable que los médicos receten un analgésico si el problema puede aliviarse por otros medios no médicos
Parte 2 de 3: Describiendo el dolor
Paso 1. Describa la ubicación del dolor lo más específicamente posible
Su médico no podrá diagnosticar su dolor, comprender la raíz de los síntomas o recetarle un analgésico eficaz si sus descripciones son vagas. Dígale a su médico exactamente en qué parte de su cuerpo experimenta el dolor, y si el dolor viaja o se mueve de un lugar a otro, sea preciso al respecto también. Por ejemplo:
- En lugar de decir: "Me duele la espalda", diga algo como "Siento dolor entre los omóplatos y, a veces, una sensación punzante sube por mi cuello".
- “Mi dolor está todo en mis piernas, pero durante el transcurso del día pasa de un dolor agudo en mis tobillos a un dolor más punzante en mis rodillas y caderas”.
Paso 2. Utilice un lenguaje preciso para transmitir cómo se siente su dolor
“Dolor” en sí mismo es un término bastante amplio; puede cubrir una gran variedad de síntomas, desde una leve molestia hasta un tremendo sufrimiento. Para ayudar a su médico a comprender mejor su dolor específico, utilice terminología descriptiva. Cuanto mejor comprenda su médico la experiencia del dolor que está atravesando, con mayor precisión podrá recetarle un analgésico útil. Es muy probable que su médico solo le recete analgésicos si la fuente de su dolor es consistente con una lesión aguda o una condición médica crónica debilitante que padece, así que asegúrese de describirlo de manera clara y precisa. Usa palabras como:
- "Aburrido" o "dolorido".
- "Palpitante" o "palpitante".
- "Apuñalar", "agudo" o "disparar".
- "Ardor" u "hormigueo".
Paso 3. Califique su dolor en una escala del 1 al 10
El dolor es un sentimiento intrínsecamente subjetivo y es difícil comunicárselo a un médico. Para ayudar a su médico a comprender el grado de gravedad de su dolor, describa el dolor usando una escala del 1 al 10. 1 es un dolor muy leve (por ejemplo, un leve dolor de garganta) y 10 es un dolor severo (por ejemplo, el peor que haya experimentado). Para comunicárselo a su médico, diga algo como:
Cuando me despierto por primera vez, mi dolor de cuello es leve, tal vez un 3. Pero cuando me voy a la cama se ha vuelto mucho peor, tal vez un 7 u 8."
Paso 4. Proporcione a su médico sus documentos médicos
Asegúrese de mostrarle a su médico cualquier resonancia magnética, radiografía u otros registros médicos que muestren partes importantes de su historial médico. Especialmente si ha tenido una lesión o afección grave, su médico estará más inclinado a recetar analgésicos. Ya sea que tenga una enfermedad degenerativa de las articulaciones o una lesión aguda, su médico evaluará su posible necesidad de analgésicos y, de ser así, de qué tipo, caso por caso.
Parte 3 de 3: Transmitir la gravedad de su dolor
Paso 1. Explique la duración y frecuencia de su dolor
Esta información será útil para su médico mientras intenta diagnosticar la causa del dolor. Comprender la cantidad de tiempo que dura su dolor y la frecuencia con la que ocurre le permitirá a su médico recetarle el analgésico más eficaz. Un dolor breve e infrecuente probablemente tenga una causa diferente a un dolor constante y duradero, incluso si ambos dolores son igualmente severos (por ejemplo, ambos un 8). Di algo como:
- “Los fuertes dolores de cabeza nunca duran mucho; tal vez solo unos 15 o 20 minutos a la vez. Sin embargo, ocurren tres o cuatro veces al día ".
- “Mi dolor en las caderas es constante; Lo siento durante todo el día. No hay ningún punto en el que no sienta un dolor grave ".
Paso 2. Indique el efecto psicológico de su dolor
Es importante que su médico comprenda las formas en que su dolor obstaculiza o empeora su vida diaria. Esto aumentará la probabilidad de que un médico le dé una receta eficaz de analgésicos. Si descubre que su dolor interfiere con su capacidad para llevar una vida normal o reduce su capacidad para realizar funciones diarias, comuníqueselo a su médico. Di algo como:
- “El dolor de espalda me ha impedido poder realizar algunas actividades cotidianas con las que nunca solía tener problemas, como conducir y hacer ejercicio”.
- "Mi dolor es tan intenso que algunos días ni siquiera vale la pena salir de la cama".
Paso 3. Tenga cuidado de no desarrollar una dependencia a las drogas
Parte de la razón por la que los médicos a menudo dudan en recetar analgésicos es que los medicamentos son potentes y pueden crear hábito. Los usuarios de analgésicos a base de opioides, como hidrocodona (por ejemplo, Vicodin) y oxicodona (por ejemplo, OxyContin y Percocet), tienen un riesgo especialmente alto de desarrollar dependencia.
Incluso la dependencia de un medicamento recetado puede resultar en una sobredosis potencialmente fatal
Consejos
- Nunca tome analgésicos recetados sin la receta de un médico. Diga siempre "no" si le ofrecen los analgésicos recetados de otra persona.
- Acuda a una clínica especializada en el dolor si cree que necesita una dosis más constante y prolongada de analgésicos.
- Nunca intente manipular a su médico para que le recete analgésicos. Sea honesto y su médico le brindará la atención que necesita.