Los expertos coinciden en que la congestión nasal puede dificultar la respiración de su bebé, lo que puede hacer que se sienta muy quisquilloso. Afortunadamente, puede usar una pera para succionar la mucosidad. Una pera es una pera de látex o goma con un tubo largo en un extremo. Cuando aprieta la bola, el líquido se succiona o se libera a través de una abertura en el extremo del tubo. La investigación sugiere que las jeringas de bulbo también pueden tratar otras dolencias comunes, como la acumulación de cerumen. Sin embargo, no use la misma jeringa de bulbo para múltiples usos, ya que son difíciles de limpiar.
Pasos
Método 1 de 3: succionar la nariz de un bebé
Paso 1. Reúna sus materiales
Succionar la mucosidad de la nariz de su bebé le facilitará la respiración y la alimentación. El mejor momento para succionar la nariz de su bebé es antes de alimentarlo, ya que esto lo ayudará a succionar y comer. Para succionar la nariz de su hijo con una pera de goma, necesitará:
- Gotas nasales de solución salina o respiratorias recetadas. Pídale una receta a su pediatra.
- Una jeringa de bulbo limpia
- Tejidos blandos
- Una manta (opcional)
Paso 2. Lávese bien las manos antes y después de succionar
Tus manos tienen bacterias y no querrás introducirlas en la nariz y la boca de tu hijo. Para lavarse las manos correctamente:
- Mójate las manos con agua tibia.
- Enjabónese las manos frotándolas con jabón. Lávese el dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas.
- Frote sus manos durante 20 segundos. Si necesita un temporizador, tararee la melodía de "Feliz cumpleaños" dos veces.
- Enjuágate las manos con agua corriente limpia.
- Séquese las manos con una toalla de papel.
Paso 3. Acueste al bebé boca arriba
La cara del niño debe mirar hacia el techo.
- Puede pedirle a alguien que sostenga al bebé en su posición con suavidad.
- Si no tiene ayuda, envuelva al bebé con una manta. Envolver al bebé con los brazos a los costados ayudará a mantenerlo quieto.
Paso 4. Deje caer de tres a cuatro gotas de solución salina en una de las fosas nasales del bebé
Tenga en cuenta que es posible que no le guste esto y que se retuerza. Intente mantener al bebé quieto durante unos 10 segundos, con ayuda o un pañal. La solución salina ayudará a aflojar cualquier moco que obstruya sus conductos nasales.
- Puede preparar su propia solución salina en casa, pero no se recomienda, especialmente no para un bebé. Si no obtiene las proporciones adecuadas, la solución salina puede resecar mucho. Además, debe asegurarse de tener agua destilada y desinfectada para mezclar la solución.
- En su lugar, elija una de las muchas soluciones salinas disponibles comercialmente hechas específicamente para bebés. Estos son económicos y están hechos especialmente para este propósito.
Paso 5. Exprima todo el aire de la pera de jeringa
Use su pulgar y los dos primeros dedos para aplicar presión a la pera de jeringa.
Paso 6. Coloque la punta de la pera en la fosa nasal de su hijo
Deje que se asiente suavemente en la fosa nasal de su hijo. Suelte lentamente el pulgar, dejando que el aire regrese a la pera de jeringa.
- La succión sacará el moco de la nariz de su hijo y lo introducirá en el bulbo. Es posible que deba succionar cada fosa nasal varias veces para eliminar todo el moco. El moco puede ser muy espeso, especialmente si su bebé tiene un resfriado.
- Si el moco es demasiado espeso para entrar en la pera, diluya con unas gotas de solución salina y luego intente succionarlo nuevamente, suavemente.
Paso 7. Retire la bombilla de la nariz de su bebé
Exprima la mucosidad del bulbo sobre una toalla de papel o un pañuelo de papel.
Es posible que su hijo tenga algo de moco alrededor de la parte exterior de la fosa nasal. Asegúrese de limpiarlo suavemente para evitar la irritación de la piel
Paso 8. Repita el proceso con la otra fosa nasal
Tenga cuidado de succionar con cuidado para eliminar la mayor parte de la mucosidad en la nariz de su bebé.
Paso 9. Limpie la pera de jeringa después de su uso
Lave la pera con agua tibia y jabón después de cada uso.
- Asegúrese de enjuagar bien la jeringa para evitar la acumulación de jabón en la jeringa. Apriete el bulbo varias veces en el agua con jabón para limpiar la mucosidad. Agite el interior de la bombilla antes de exprimirla.
- Deje que se seque durante la noche antes de volver a usarlo o guardarlo.
Paso 10. No se exceda
Limite la succión de la nariz de su bebé a cuatro veces al día para evitar irritar el revestimiento de la nariz de su bebé.
Método 2 de 3: Dar un enema
Paso 1. Comprenda el propósito de un enema
El estreñimiento infantil es un problema muy común y si otros métodos fallan, puede ser necesario un enema para ayudarlos. Es probable que su bebé tenga estreñimiento si tiene heces duras o dificultad para defecar. Hable con su pediatra antes de darle a su bebé un enema con una pera de goma. A veces, los enemas pueden causar irritación o fisuras en el ano de su hijo, lo que resulta en dolor y retención de heces.
- La lactancia materna tiene menos probabilidades de causar estreñimiento y problemas digestivos que la alimentación con fórmula. Una pequeña cantidad de magnesio en un biberón puede ayudar al bebé a defecar.
- También puede intentar frotar suavemente la barriga de su bebé antes de probar un enema.
Paso 2. Reúna sus materiales
Para aplicar un enema a su hijo, necesitará los siguientes suministros:
- Una jeringa de bulbo limpia
- Aceite de oliva
- Un pañal
- Agua tibia
Paso 3. Lávese bien las manos antes y después de realizar un enema a su hijo
Querrá tener las manos limpias antes de realizar este procedimiento. Este proceso puede ser complicado una vez que su hijo defeca, por lo que deberá lavarse las manos nuevamente después.
- Asegúrese de lavarse las manos durante al menos 20 segundos con jabón.
- Haga espuma con las manos, incluso entre los dedos, debajo de las uñas y el dorso de las manos.
- Enjuágate bien las manos y sécalas con una toalla de papel limpia.
Paso 4. Llene la pera de jeringa con una a tres cucharadas de agua tibia
Para llenar la jeringa, primero exprima el aire y luego coloque la punta de la jeringa en un recipiente que contenga el agua.
Suelta el pulgar lentamente y la jeringa se llenará. Asegúrate de que el agua no esté demasiado caliente. Debe sentirse tibio o ligeramente tibio al tacto. No debe usar más de tres cucharadas de agua a la vez
Paso 5. Lubrique el extremo de la pera con aceite de oliva
Esto hará que su bebé se sienta más cómodo durante el enema.
- Toma una cucharadita de aceite de oliva y frótala en tu dedo.
- Cubra el extremo de la jeringa con una fina capa de aceite.
Paso 6. Inserte la punta de la jeringa en el recto de su niño
Insértelo solo alrededor de media pulgada.
- Evite apretar la jeringa o perderá el agua del interior demasiado pronto.
- Este proceso puede ser desagradable, por lo que es posible que desee pedirle a alguien que lo ayude a distraer a su bebé para que no preste atención a su malestar.
Paso 7. Apriete suavemente la jeringa
El agua ingresará al intestino de su niño y ayudará a aflojar las heces. Su bebé debe tener una evacuación intestinal dentro de un par de minutos después del enema.
- Espere unos minutos para que su hijo evacue. Para que este proceso sea menos complicado, puedes ponerle un pañal.
- Repita este proceso, si es necesario.
Paso 8. Lave la jeringa después de su uso
Límpielo con agua caliente y jabón y déjelo secar durante la noche.
- Asegúrese de enjuagarlo bien para evitar la acumulación de jabón. Apriete la jeringa varias veces en agua con jabón para limpiarla.
- Nunca use una jeringa de bulbo de enema para otro propósito además de los enemas.
Método 3 de 3: quitar la cera de los oídos
Paso 1. Reúna sus materiales
Si tiene una acumulación de cera en los oídos, puede ser el momento de eliminarla con una pera y una solución suavizante de cera. La mayoría de los casos de acumulación de cerumen se pueden tratar en casa. Antes de intentar quitar la cera del oído, reúna los suministros:
- Una jeringa de bulbo limpia
- Solución suavizante de cera. Puede conseguirlo sin receta en su farmacia local o utilizar un remedio natural como aceite para bebés, aceite mineral, glicerina o peróxido de hidrógeno.
- Una toalla limpia
Paso 2. Ponga varias gotas de solución suavizante de cera en su canal auditivo
Esto ayudará a aflojar el cerumen antes de intentar quitárselo.
- Incline la cabeza hacia un lado.
- Deje caer de cinco a 10 gotas de la solución, o su remedio casero elegido, en su canal auditivo.
- Deje las gotas durante varios minutos.
- Mantenga la cabeza inclinada o coloque una bola de algodón en el canal auditivo para evitar que las gotas goteen. Puede esperar uno o dos días para que la cera se ablande antes de usar la pera.
Paso 3. Llene una pera de jeringa con agua tibia
Haga esto exprimiendo el aire primero. Luego, coloque la punta de la jeringa en un recipiente con agua tibia.
- Suelte lentamente la jeringa. Esto succionará el agua tibia hacia la jeringa.
- No lo haga demasiado rápido o puede terminar con muchas burbujas de aire en la jeringa.
Paso 4. Coloque la punta de la jeringa en la entrada de su canal auditivo
Incline la cabeza sobre una toalla limpia y tire de la oreja hacia arriba y hacia atrás. Esto enderezará su canal auditivo. Exprima suavemente el agua de la jeringa y colóquela en el canal auditivo.
Paso 5. Incline la cabeza hacia un lado para dejar que el agua se escurra
Una vez que haya exprimido el agua en su oído, deje que el agua se drene, así como la cera que se haya desprendido.
- Cuando el agua se haya drenado por completo, seque su oído externo con una toalla.
- Puede repetir este proceso varias veces para eliminar la cera.
Paso 6. Busque atención médica si la cera del oído no se desprende después de varios tratamientos
En algunos casos, los agentes suavizantes solo pueden aflojar la capa externa de cera y hacer que se aloje más profundamente en el canal auditivo o contra el tímpano. Si no se desprende cera o si le duele el oído, busque atención médica para su oído.