Las chanclas son uno de los tipos de zapatos más populares para usar en climas cálidos, pero usarlas puede causar dolor en los pies y la espalda. Saber cuándo no usar chanclas, elegir buenos pares de chanclas y modificarlas cuando sea necesario puede ayudar a reducir el dolor que le causan.
Pasos
Método 1 de 3: Usar chanclas en los momentos adecuados
Paso 1. Úselos para actividades cortas
Puede usar sus chanclas para viajes rápidos a la tienda, o para recoger su correo, y si va a reunirse con amigos para comer. Siempre que no esté de pie durante mucho tiempo o haciendo algo que pueda causar lesiones, usar chanclas está bien.
Paso 2. Úselos para la playa o la piscina
Las chanclas fueron realmente diseñadas como un zapato conveniente y fácil de usar que puede llevar a la playa o la piscina. Son fáciles de poner y quitar, y no absorberán el agua ni la arena como lo hacen los zapatos normales, así que siéntete libre de usarlos junto a la piscina.
Cuando esté en la playa, la piscina o el gimnasio, las chanclas pueden ayudar a proteger sus pies de cosas como hongos y bacterias
Paso 3. No los use en caminatas largas
Las chanclas no tienen mucho apoyo. Usarlos en largas caminatas o caminatas hará que le duelan los pies. Puede usar chanclas en el punto de partida de su actividad al aire libre, pero lleve un par de zapatos resistentes para cambiarse.
Paso 4. No los use para practicar deportes
Usar chanclas mientras practica deportes es una mala idea. Tratar de correr con chanclas puede lastimar tus pies, y si alguien te pisa mientras estás jugando, puedes sufrir lesiones graves. Si va a practicar deportes, use zapatos cerrados.
Paso 5. No los use para trabajar en el jardín
Si está trabajando en el jardín, especialmente cortando el césped o cualquier cosa que requiera herramientas, debe proteger sus pies. Use zapatos cerrados, no chanclas, para hacer este tipo de trabajo.
Método 2 de 3: elegir buenas chanclas
Paso 1. Busque correas más gruesas
Notarás que algunas chanclas tienen tirantes muy finos. Estos pueden clavarse en sus pies y causar dolor en la parte superior del pie. Busque chanclas que tengan correas más gruesas que mantengan los pies en su lugar mejor y distribuyan la presión de manera más uniforme sobre la parte superior del pie.
Paso 2. Consiga chanclas que se curven hacia sus pies
La mayoría de los pares de chanclas tienen suelas planas. Esta falta de apoyo puede causarle dolor en los pies y la espalda. Busque chanclas que tengan un soporte para el arco incorporado, lo que puede ayudar a prevenir mucho dolor en el pie.
Advertencia de experto:
La falta de soporte para el arco puede provocar problemas en los pies como fascitis plantar, tendinitis de Aquiles, neuromas, juanetes y dedos en martillo.
Paso 3. Busque chanclas con correa en el tobillo
Algunas chanclas tienen una correa en el tobillo. Esa correa adicional ayuda a mantener la sandalia en el pie sin que los dedos de los pies tengan que agarrar el zapato para mantenerlo puesto, lo que puede aliviar mucho dolor en los pies y la espalda.
Paso 4. Gasta un poco más
Puede ser realmente tentador abastecerse de chanclas de $ 5 al comienzo del verano, pero recuerde que obtendrá lo que paga. Si está dispuesto a gastar un poco más, puede obtener chanclas de gran calidad que no lastimarán sus pies y podrían durar más ese verano.
- Busque chanclas hechas de materiales de alta calidad, como suelas de cuero y correas de nailon. Trate de mantenerse alejado de las chanclas baratas de goma o plástico.
- Algunas empresas de calzado ahora fabrican chanclas con una suela hecha de un material tipo espuma viscoelástica, que también puede evitar que le duelan los pies.
Método 3 de 3: alterar tus chanclas
Paso 1. Rocíe sus chanclas con laca para el cabello
Si descubre que sus chanclas le rozan los pies y le causan ampollas, intente rociarlas con laca para el cabello. Esto crea fricción y evita que las chanclas se deslicen tanto.
Paso 2. Agregue moleskin directamente a las chanclas
Si encuentra que hay áreas específicas en sus sandalias que le causan dolor, puede usar productos como piel de topo o puntos de gel para reducir la irritación. Aplique esos productos directamente en las áreas problemáticas para que sus chanclas sean más cómodas.
Paso 3. Rómpelos
Es posible que tenga la tentación de usar un nuevo par de chanclas todo el día justo después de obtenerlas. En su lugar, conviértalos en usarlos primero en la casa. De esta manera tus pies se acostumbrarán a las chanclas antes de que no tengas más remedio que usarlas todo el día.